En 14 años de alianza con el MAS, la COB logró poder, coches y edificios
El ente máximo de los trabajadores se consolidó en el gobierno del MAS; sin embargo, pierde cada vez mayor credibilidad ante sus bases, que critican su falta de independencia ideológica a cambio de dádivas.
La COB afín al MAS pierde credibilidad ante sus bases. Fotos: Internet.
Desde que la Central Obrera Boliviana (COB) selló su alianza con el Movimiento Al Socialismo (MAS) en 2009, el ente sindical adquirió mayor poder político en favor del oficialismo y recibió al menos 31 vehículos, un hotel y un edificio como “regalos” del expresidente Evo Morales y del actual mandatario Luis Arce.
Después de que el MAS asumiera el poder en 2006, al menos tres autoridades nacionales, que emergieron de la organización cobista, llegaron a ser ministros de Trabajo: Milton Gómez en 2010, David Santalla en 2015 y luego Héctor Hinojosa en 2018.
Al inicio, el expresidente Morales era invitado a marchar con los cobistas en el 1 de Mayo, pero luego las relaciones se solidificaron al punto de que los cobistas lo proclamaron candidato presidencial, posteriormente la COB formó parte de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) y ahora es integrante del Pacto de Unidad, el principal brazo político social del presidente Luis Arce.
Una de las principales evidencias de la influencia de la COB en el MAS se dio el 28 de enero de 2020, cuando el ejecutivo cobista Juan Carlos Huarachi, a menos de cuatro meses para las elecciones generales de ese año, exigió al partido azul que se respeten los puestos que tenían sus afiliados en la nómina de candidatos del partido azul.
Huarachi informó en esa oportunidad que eran 24 los espacios que debían ser mantenidos dentro de la nómina masista para el Legislativo. El ejecutivo indicó que el objetivo era “tener un bloque obrero” en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) con representantes de distintos sectores como mineros, fabriles, constructores, gremiales y otros sectores.
Más cerca del Gobierno.
Pese al poder que muestra en el oficialismo y al celebrarse el 1 de mayo, Día del Trabajador, analistas y dirigentes sindicales coinciden en que la COB institucionalmente atraviesa quizás unos de sus peores momentos, “lejos de los obreros”, pero más cerca del gobierno del MAS, del cual recibió en 14 años “como regalo”, vehículos, edificios, un bus y otros obsequios que terminaron “por comprar la independencia” del ente sindical.
“La clase obrera ya se dio cuenta de que ya no tenemos una COB contestaria, porque es una COB vendida, desacreditada y que no goza de la simpatía, del apoyo de la mayoría de los obreros”, resume Vicente Córdoba, secretario de relaciones de la Central Obrera Departamental (COD) de Cochabamba.
El analista político Rolando Schrupp sostiene que la “COB y sus sectores ya no representan a sus bases, sino que se han convertido en agentes del poder de turno, han hipotecado y han prostituido su posición de defensores de los trabajadores”, puntualiza el experto.
Pero ¿qué pasó para que esta organización sindical pierda su independencia política? El analista Schrupp apunta a los regalos que recibió del MAS en las últimas dos décadas y al cogobierno con el partido azul, que hicieron que la COB pierda su independencia.
“Se convirtió en un grupo de favores y de espacios de poder, porque perdió su condición natural de dirigir al movimiento obrero”, asegura.
Vehículos y edificios.
En un recuento que Página Siete hizo de los “regalos” que la COB recibió por parte de Morales y Arce desde 2009, estableció que el ente sindical aceptó al menos 31 vehículos, un edificio, un hotel para hospedar a 90 personas, un bus y computadoras como “apoyo del gobierno”.
El 22 de diciembre de 2012, Morales entregó las llaves de un edificio para esa organización al entonces ejecutivo Juan Carlos Trujillo. En esa ocasión, Evo Morales aseguró que el aporte del Gobierno hacia los trabajadores del país no es “condicionado” ni es un chantaje.
Dos años después, el 2 de mayo de 2014, la COB recibió un hotel y 16 vehículos como parte del homenaje por el 1 de mayo de parte del entonces presidente Morales. El valor del inmueble alcanzó a un millón de dólares y fue construido “para recibir a sindicalistas que llegan a La Paz desde el interior”, informaron ese año desde la COB.
En 2016 y en una entrevista con Página Siete, el entonces ejecutivo cobista Guido Mitma acusó a su antecesor, el minero Pedro Montes de “haberse sometido” al gobierno del MAS y de haber convertido el apoyo del movimiento obrero en una “traición a los mismos trabajadores”.
El 17 de abril de 2018, cuando la COB cumplió 66 años de vida institucional, Morales les regaló 10 automóviles, computadoras y la promesa de la construcción de otro edificio. En esa época el secretario ejecutivo ya era Juan Carlos Huarachi.
En la era Arce.
Después de haber pedido la renuncia de Evo Morales la mañana del domingo 10 de noviembre de 2019, luego del fraude electoral denunciado por la OEA, Huarachi recompuso sus relaciones con el gobierno de Luis Arce cuando el economista asumió en 2020.
El nuevo mandatario regaló el 16 de abril de 2021 a la COB cinco vehículos. “No hemos querido venir con las manos vacías y sabemos que no estamos pasando por los mejores momentos económicos, pero estamos haciendo el esfuerzo de entregarles cinco vehículos a nuestra COB que proviene de la incautación del contrabando”, indicó Arce. Con esos cinco motorizados, la organización obrera recibió al menos 31 coches en 14 años de alianza política.
El 5 de mayo de 2021, Arce entregó también el nuevo edificio de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, que fue construido sobre los cimientos de la antigua COB, asaltada en 1980 por paramilitares que luego asesinaron al líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Un año después, el 18 de abril de 2022, Arce obsequió al ente cobista un bus para el transporte de los dirigentes. El jefe de Estado llamó en ese momento a la COB a estar alertas ante la “derecha reaccionaria”.
Con relación a Huarachi, Córdoba, dirigente de la COD de Cochabamba, critica que se haya prorrogado en tres ocasiones, la última vez fue en 2022, en un ampliado nacional en Pando, al que pocas delegaciones fueron.
En casi cinco años, Huarachi fue testigo de la crisis de 2019, de la huida de Morales, a quien le pidió su renuncia. Luego fue acusado de negociar su permanencia en el cargo con los entonces ministros de Jeanine Añez, Óscar Mercado y Yerko Núñez. Ahora, cada vez que puede, viaja con Arce al exterior, en marzo visitó la tumba del venezolano Hugo Chávez en Caracas.
Fuente: Página Siete
